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Foto del escritorSusana AndrésOmella

Se acerca 2022, el año en que lo local crece hacia lo global



Las tendencias hacia la sostenibilidad y el cuidado ambiental y del territorio que la pandemia de coronavirus ha acelerado en todo el mundo girarán hacia un nuevo enfoque en el año 2022. Es la apuesta de Ibernordik, y es la apuesta que nos trasladan todos nuestros amigos, todos los compañeros con los que venimos trabajando en los diversos proyectos que tenemos en marcha. Es el momento del salto de lo local hacia lo global, es el momento de que el territorio conquiste fronteras, de que la visión sostenible y cercana de la economía, la producción y el comercio entren de lleno en nuestra forma de relacionarnos, consumir y vivir.


En ese reto, en esa visión, somos pioneros y somos imbatibles. Somos los primeros que damos ejemplo, con producción y comercialización de moda completamente sostenible a través de la marca Omella. Somos los primeros que vimos que España es el mejor país de Europa para traer a todos los agentes económicos vinculados con la producción ecológica en la feria Organic Food Iberia y Eco Living Iberia. Y somos los primeros que estamos viendo que la comunicación del futuro, el márketing del futuro y la presencia comercial y de marca de cara al futuro no podrán disociarse de la sostenibilidad, de los parámetros de responsabilidad corporativa de los que somos ejemplo.


Somos empresa aragonesa con el Sello de Responsabilidad Social. No es una simple placa que colgar en nuestra oficina. Con este sello rubricamos y nos comprometemos a aplicar "de forma voluntaria en el gobierno y gestión, en la estrategia, y en las políticas y procedimientos", los valores y códigos éticos relacionados en el documento, que "surgen de la relación y el diálogo transparente con los grupos de interés", responsabilizándonos así de las consecuencias y los impactos que derivan de nuestras acciones. Responsabilizarnos significa eso, saber que cada decisión que tomamos, cada intercambio que llevamos a cabo, cada transacción que impulsamos, debe tener un efecto positivo, un superavit, en nuestro medio ambiente, nuestro entorno y en la calidad de vida de nuestros conciudadanos.


En 2022 seguiremos en ese camino. Porque sabemos que funciona, que sirve a nuestras empresas colaboradoras y a nuestros amigos. Porque sabemos que tiene beneficios, no sólo económicos, también en todo nuestro alrededor. Y porque esa vinculación directa con el territorio, con lo más próximo y con lo cotidiano, ese cuidado por los que están más cerca, va a ser tendencia. Es tendencia. Y es lo justo, lo que nos exigen las futuras generaciones a las que debemos dejar ejemplo y un mundo, al menos, igual de habitable que el que cogimos nosotros.


Éste es el espíritu de Ibernordik, el de nuestras marcas, y el de nuestros proyectos. Y es el espíritu de todos nuestros amigos y colaboradores. Ha sido nuestra motivación en este 2021 a punto de terminar, y será nuestra fuerza en el 2022 ya inminente.


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